La autenticidad de Carl Rogers aplicada a la marca

Carl R. Roger era psicólogo y fundador de un centro independiente de psicopedagogía en Nueva York. Durante años se consagró a la investigación y fue junto a Abraham Maslow precursor del enfoque humanista en psicología.

Hace unos meses un colega me recomendó uno de sus libros, “El proceso de convertirse en persona”. Me cautivó desde el principio por su humanidad y por la relación que mi cerebro hizo, rápidamente, de cómo podía utilizar la experiencia y metodología de Rogers y aplicarla a la autenticidad de marca.

¿Cómo ser auténtico en tu marca o marca personal?

La autenticidad de marca no se inventa. Desde mi punto de vista y experiencia lo más increíble de la autenticidad es que es algo intangible que no se puede copiar. La autenticidad nace de tu personalidad, de tu pasión, de tu valentía y de las ganas de aportar a otro la amalgama de tus conocimientos teóricos y tu experiencia.

Esta idea es la premisa fundamental en la que se basaba Rogers en su experiencia; de cuál era el mejor camino para acompañar a sus clientes a sanar y superar sus dificultades.

3 pasos a aplicar para conseguir autenticidad de marca

La naturalidad de ser tú mismo

“En mi relación con las personas he aprendido que, en definitiva, no me resulta beneficioso comportarme como si yo fuera distinto de lo que soy.”

Rogers se percató de que fingir aquello que no sentía, hacer creer al otro que tenía las respuestas correctas a todas las preguntas o mostrar unos sentimientos que no experimentaba, no le ayudaba a tener relaciones sanas con los demás, ni tampoco le era de utilidad para ayudar a sus clientes.

Me parece un aprendizaje, forjado en la experiencia, de suma utilidad. Mostrarte tal y como eres delante de un cliente, aporta autenticidad, confianza y seguridad.

Es complicado entender por qué, en bastantes ocasiones, tenemos que hacer ver que tenemos todas las respuestas (y correctas) delante de un cliente; ¿A caso alguien las tiene? Entonces, ¿por qué deberías tenerlas tú?

Esta costumbre, bastante arraigada, de que si eres serio, formal y te muestras prácticamente imperturbable, vas a tener éxito profesional es, para mí, una falacia. Y me remito de nuevo, para argumentar esta afirmación, a la experiencia y metodología que creó Carl Rogers basándose en su experiencia profesional y amplia formación.

Escuchar sin juicio

“He descubierto el enorme valor de permitirme comprender a otra persona”

Escuchar sin juzgar es unos de los mayores retos con los que me enfrento cada día. Por lo que escucho, leo y experimento, no soy la única viviendo este reto casi a diario. Y es que es esto precisamente a lo que apunta Rogers con esta frase. Para conocer al otro, a tu cliente, y poder acompañarle en superar sus dificultades hay que escuchar sin enjuiciar; comprendiendo que esa persona vive sus circunstancias y con su mapa particular del mundo (una de las ideas básicas en las que se centra la PNL), construido por sus experiencias y aprendizajes vitales.

Fíjate que, en muchas ocasiones, cuando escuchamos a otro, nuestro cerebro empieza a bombardearnos con el juicio: “esto no es lo correcto”, “esto es una tontería”, “esto no sirve para nada”… y este juicio es el que nos separa de la comprensión.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros clientes si no los comprendemos?

Ahí radica la magia y el aprendizaje constante para conseguir comprender a nuestros clientes. Este entendimiento no solo conseguirá aportar autenticidad a tu marca, sino que conseguirás grandes beneficios reales como profesional y amplia satisfacción personal.

Reales, ya que si comprendes podrás conseguir que esa persona, que es tu cliente, consiga sus objetivos, encuentre sus herramientas y adaptes sus conocimientos a sus circunstancias. Esta consecución de acciones conducen a un cliente satisfecho, y cada cliente satisfecho tiene un valor incalculable, puesto que su recomendación a otros es lo que te ayudará a hacer crecer y desarrollar tu marca, y por ende, vivir de tu pasión.

Aplica tu autenticidad a ti mismo

“Soy más eficaz cuando puedo escucharme con tolerancia y ser yo mismo”

Lo que hemos hablado hasta ahora suena a unicornios rosas. Todo muy bonito, muy de comprensión y tal… ¿Difícil? Sí. ¿Imposible? Tal vez.

¿Para qué escribo tal vez?

Para poder llegar al camino de autenticidad de marca eficaz, no sirve de nada si antes no te lo aplicas a ti mismo; fíjate, que con las preguntas adecuadas, esta afirmación es muy lógica y entendible:

¿Cómo comprender a otro si yo no me entiendo a mí mismo?

¿Cómo escuchar sin juicio, cuando yo me estoy enjuiciando a cada momento?

¿Cómo aceptar al otro, cuando yo no me acepto a mí mismo?

No me atrevería yo a construir una pared en casa ajena, sin haber antes construido 5 paredes en mi propia casa.

Este camino de conseguir aplicar tu autenticidad a tu marca es sumamente eficaz, aunque no siempre es posible. Obviamente, no puedes gustar a todo el mundo. No podrás ser tú mismo con todos tus clientes, y tampoco será posible ayudarles a todos. En las ocasiones en las que no te sea posible, aprende, comprende y sigue hacia adelante.