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Accesibilidad web: principios, ejemplos y buenas prácticas

Accesibilidad web

¿Qué es la accesibilidad web?

La accesibilidad web se refiere al conjunto de principios, técnicas y buenas prácticas orientadas a garantizar que cualquier persona, independientemente de sus capacidades físicas, cognitivas o sensoriales, pueda acceder, comprender y utilizar la información y los servicios disponibles en un sitio web. Esto incluye a personas con discapacidades visuales, auditivas, motrices o intelectuales, pero también a quienes se enfrentan a condiciones temporales (como una fractura en una mano) o tecnológicas (como una conexión lenta o un dispositivo antiguo).

El objetivo final de la accesibilidad es fomentar la inclusión digital, derribar barreras tecnológicas y ofrecer una experiencia de usuario equitativa y satisfactoria para todos. Una web accesible no solo es más inclusiva, sino también más usable y eficiente.

Principios fundamentales de la accesibilidad web

La norma WCAG (Web Content Accessibility Guidelines) establece cuatro principios fundamentales que toda web debe cumplir para considerarse accesible:

Perceptible

Toda la información y los elementos de la interfaz deben poder ser percibidos por los usuarios, sin importar sus limitaciones sensoriales. Esto significa, entre otras cosas:

  • Incluir alternativas textuales a las imágenes y contenido multimedia.
  • Asegurar que los vídeos tengan subtítulos y transcripciones.
  • Utilizar colores y contrastes que sean legibles para personas con daltonismo u otras condiciones visuales.
  • Organizar el contenido visual y auditivamente para facilitar la interpretación.

Operable

La interfaz debe ser funcional mediante diferentes formas de interacción, especialmente el teclado. Deben evitarse interacciones complejas que excluyan a usuarios con discapacidades motrices. Algunas claves son:

  • Permitir la navegación completa con teclado.
  • Incluir un foco visible en elementos interactivos.
  • Evitar diseños con animaciones parpadeantes que puedan provocar convulsiones.
  • Proporcionar suficiente tiempo para completar tareas o formularios.

Comprensible

El contenido y la interfaz deben ser comprensibles, lo que implica emplear un lenguaje claro, estructuras predecibles y ayudas visuales. Algunos ejemplos:

  • Redacción simple y sin ambigüedades.
  • Estructura de menús y navegación coherente.
  • Instrucciones claras y mensajes de error que expliquen cómo solucionarlos.
  • Compatibilidad con idiomas alternativos si se dirige a un público internacional.

Robusto

La web debe poder ser interpretada de forma fiable por diferentes navegadores, dispositivos y tecnologías de asistencia como lectores de pantalla. Esto implica:

  • Utilizar código limpio y validado.
  • Emplear etiquetas HTML semánticas.
  • Usar atributos ARIA de forma adecuada.
  • Probar la compatibilidad con distintas herramientas de accesibilidad.

Ejemplos prácticos de accesibilidad web

Para comprender cómo se aplica la accesibilidad web en la práctica, veamos algunos ejemplos concretos:

Textos alternativos en imágenes

Toda imagen significativa debe llevar un atributo alt que describa su contenido. Esto permite que los usuarios con discapacidad visual comprendan la imagen mediante lectores de pantalla. Las imágenes decorativas, en cambio, deben tener un alt vacío (alt=»»).

Ejemplo:

<img src=»logo.png» alt=»Logotipo de cdmon»>

Navegación mediante teclado

Un sitio accesible debe poder explorarse usando solo el teclado. Esto incluye menús desplegables, enlaces, botones y formularios. Es recomendable seguir un orden lógico de tabulación y mostrar un “focus” visible.

Práctica recomendada: probar el sitio completo usando la tecla “Tab” y “Enter”.

Contrastes de color adecuados

El contraste entre el texto y el fondo debe alcanzar los niveles mínimos recomendados (4.5:1 para texto normal y 3:1 para texto grande). Esto facilita la lectura a personas con visión reducida.

Herramientas como WebAIM Contrast Checker permiten comprobar estos niveles.

Buenas prácticas para mejorar la accesibilidad web

Implementar una web accesible desde el diseño inicial es mucho más eficiente que corregir errores a posteriori. Algunas buenas prácticas fundamentales son:

Uso correcto de etiquetas HTML

Emplear etiquetas semánticas mejora la navegación tanto para humanos como para máquinas. Por ejemplo:

  • Usar <main>, <nav>, <article>, <section> en lugar de <div>.
  • Etiquetar correctamente los formularios (<label for=»»>).
  • Utilizar encabezados jerárquicos (h1, h2, h3…) para estructurar el contenido.

Esto también mejora el SEO y la accesibilidad.

Diseño de interfaces inclusivas

Un diseño centrado en la inclusión tiene en cuenta:

  • Botones con tamaños adecuados para dispositivos táctiles.
  • Formularios con etiquetas claras e instrucciones.
  • Evitar el uso exclusivo de color para transmitir información.
  • Incluir mensajes de error visibles y comprensibles.

Optimización para lectores de pantalla

Los lectores de pantalla dependen de una estructura clara y etiquetas accesibles. Algunas recomendaciones:

  • Mantener una jerarquía de encabezados coherente.
  • Usar roles ARIA para mejorar la comprensión de elementos interactivos.
  • Describir adecuadamente botones e iconos.
  • Evitar contenido que se actualice de forma dinámica sin notificación.

Herramientas y recursos para comprobar la accesibilidad web

Para garantizar que una web cumple con los estándares de accesibilidad, es esencial evaluar de forma periódica con herramientas automatizadas y revisiones manuales. Algunas opciones destacadas:

  • Lighthouse de Google: integrada en Chrome DevTools, ofrece auditorías de accesibilidad, rendimiento y SEO.
  • WAVE: señala errores y ofrece sugerencias visuales.
  • axe DevTools: extensión profesional para desarrolladores web.
  • Screen readers como NVDA y JAWS: permiten probar la experiencia real de los usuarios.
  • Recursos para desarrolladores de cdmon: soporte para implementar accesibilidad desde el hosting.

¿Cómo se relacionan la accesibilidad web y el SEO?

La accesibilidad web y el SEO están estrechamente relacionados, ya que muchas de las técnicas que mejoran la accesibilidad también mejoran el posicionamiento orgánico:

  • Las etiquetas semánticas ayudan a los buscadores a comprender la estructura de la web.
  • Los atributos alt en las imágenes permiten que estas se indexen correctamente.
  • Una jerarquía clara de encabezados favorece la escaneabilidad del contenido.
  • Una navegación accesible reduce la tasa de rebote y mejora la experiencia del usuario.
  • Una web más rápida y estructurada mejora los Core Web Vitals, que impactan directamente en el SEO.

Por tanto, apostar por la accesibilidad es también una inversión en visibilidad, reputación y rendimiento digital.

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