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Hosting compartido o VPS, ¿cuál es la mejor opción?

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El hosting compartido es el punto de entrada para la mayoría de los sitios web y las nuevas empresas. Es lo suficientemente barato y escalable como para apoyar a las pequeñas empresas con poco tráfico. Sin embargo, a medida que tu proyecto crece, este puede necesitar más espacio de almacenamiento, más rendimiento de la CPU u otras capacidades que el hosting compartido no ofrece.

En este artículo, exploramos los pros y los contras del servidor privado virtual frente al alojamiento compartido, para que puedas determinar si un VPS es el producto adecuado para ti.

El alojamiento compartido es una de las opciones de alojamiento más comunes. Permite que varios sitios web y clientes compartan el mismo servidor. Por eso se llaman alojamientos “compartidos”.

Es una solución rentable para las pequeñas empresas con poco tráfico que están empezando. Los proveedores de alojamiento permiten a los clientes alquilar servidores que alojan numerosos sitios web, de modo que pueden compartir los costes de mantenimiento y alimentación de los servidores. Dado que varios sitios comparten el mismo servidor, se obtienen más recursos a un precio menor que si se contrata un servidor privado.

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Es un tipo de alojamiento que combina la comodidad y escalabilidad del hosting compartido con el control y la seguridad de un servidor dedicado.

La mejor manera de explicar el servidor privado virtual es contrastarlo con el hosting compartido. El hosting compartido es la forma más asequible y popular de alojamiento web en la que un único servidor físico se comparte entre varios clientes. Los VPS administrados, en cambio, son un entorno virtualizado que proporciona a cada cliente su propio servidor privado.

El alojamiento compartido es más barato a largo plazo en comparación con la compra de un servidor VPS. También puedes pasar de un alojamiento compartido a un VPS más potente cuando tu sitio web crezca.

Por otro lado, los recursos son limitados, por lo que, si tu sitio web recibe un pico de tráfico, existe la posibilidad de que el servidor se ralentice, lo que puede frustrar a los usuarios.

A diferencia de los hostings compartidos, cuyos servidores están llenos de cientos de sitios web, un VPS permite que cada cliente tenga su propio servidor. Esto permite a los proveedores de VPS ofrecer un mayor tiempo de actividad, mejor rendimiento y funciones más avanzadas y no experimentarás ralentizaciones si tu “vecino” está utilizando todos los recursos del servidor.

El servidor VPS es más seguro que el alojamiento compartido, debido sobre todo a que los recursos se encuentran totalmente aislados de manera independiente y los datos de cada cliente se almacenan en su propio servidor, y no en un único servidor físico.

En comparación, un VPS es más caro que el alojamiento compartido, pero sigue siendo asequible para la mayoría de las PYMES, aunque el coste asociado al alojamiento VPS depende del tipo de alojamiento VPS que elija.

Tal como hemos visto, existen claras diferencias entre contratar alojamiento web y un VPS, por lo que resulta importante decidir qué servicio es el más adecuado. En resumen, los servidores privados virtuales son entornos de alojamiento web compartido que proporcionan más control y mayor tiempo de actividad en comparación con el alojamiento compartido, pero que también suelen ser más caros, puesto que es más caro ejecutar un servidor para un solo cliente en comparación a muchos.

Al elegir entre el servidor VPS y el hosting compartido, la mayoría de las empresas deberían optar por el VPS.

Si justo acabas de empezar, quizás un hosting compartido puede ser una buena idea a corto plazo debido a su precio más económico, pero en el momento que tu proyecto empiece a crecer este puede quedársete pequeño. A pesar de que los hostings compartidos de cdmon son escalables, hay un momento en el que será necesario hacer el cambio a un VPS.

Además, los VPS de cdmon también son escalables, por lo que, si prevés que tu proyecto puede crecer, puedes contratar un servidor con menos recursos e irlos aumentando a medida que lo haga también tu proyecto y así pagar en todo momento solo por lo que necesitas.

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